El Sentido De La Visión.
El Instrumento Propio De La Educación
Cuando no tenemos ni idea de qué somos, lo que hemos preconcebido y moldeado nos salva de lo dicho aunque la manera siempre es la menos esperada, confiando de verdad en nosotros mismos.
Cuando creemos que nuestros ojos nos engañan recurrimos al uso del resto de nuestros sentidos, estos a su vez se agudizan cuando cerramos los ojos y nos concentramos, a pesar de ello nunca serán como los de una persona verdaderamente ciega, sino que seguirán las últimas pistas dejadas por su predecesor, los ojos, teniendo que verificar y averiguar indirectamente lo que vimos al deducir e inferir algo que ya creemos conocer pero ante la cual somos ingenuos.
Hay muchas razones para desconfiar en lo última, es por ello que nadie apuesta a que es lo razonable; la falta de confianza que tenemos por aquello que es ingenuo, principalmente se origina por la falta de capacidad para superar aquellos momentos, en los que nos vemos envueltos en una situación ante la cual nos vemos impotentes, así que preferimos pensar que no estamos en una.
Sin embargo esta verdad ampliamente conocida por todos es en verdad el sentido que remplaza a nuestra pobre visión, convirtiéndose así en una parte que además de ser como nosotros es parte se nosotros, una herramienta por excelencia y a medida que solo necesita ser reconocida.
Esta nueva visión que en su falsedad y error es una verdad nos puede conducir a aquella otra verdad que es más pura y sincera, tan solo hay que saber cómo dar la vuelta correctamente a la moneda sin distraernos de esta.
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